Interiores de un automóvil, asientos delanteros, tablero y volante


Más allá de ser la carta de presentación del auto, la limpieza siempre dice mucho. Por higiene, y también por estética, es de gran importancia mantener el interior del vehículo aseado. Las vestiduras están entre las zonas más propensas a ensuciarse, por lo que te compartimos algunos tips básicos para mantenerlas limpias.

1-Evitar ensuciarlas. 

Suena redundante y obvio, pero qué mejor manera de solucionar un problema que evitándolo. Sabemos que, a pasos agigantados, los automóviles se están convirtiendo en una extensión de nuestra vida cotidiana y son mucho más que un medio de transporte, por lo que no está de más mantenerlos en buen estado. Principalmente al comer procura tener cuidado con los sitios donde colocas alimentos y bebidas.

2-Siempre lleva un trapo o franela en el auto. 


Si el primer paso falló y, por cualquier razón, las vestiduras se ensuciaron, actuar rápidamente, en algunos casos, podría hacer la diferencia. Especialmente con el derrame de líquidos, y sobre materiales como tela, es importante evitar que la suciedad se adhiera profundamente. Como primera acción intenta absorber colocando un trapo sobre la zona dañada.

3-Cuidado con los materiales. 


Para cada uno se deben seguir las indicaciones apropiadas, de lo contrario, en el afán de limpiar, se podría dañar más. Este punto no solo se limita al tipo de vestidura, sino a los productos de limpieza. Si fueron hechos para un tipo de material es preferible usarlo solo en las zonas para las que está fabricado, por ejemplo; no usar sustancias para piel en telas delicadas.

Existen otros productos que no limpian, únicamente hacen lucir brillosa la vestidura. También ten cuidado con esto.

4-Cuidado con los remedios caseros. 


Pueden funcionar o no, es un riesgo a fin de cuentas. ¿Qué tan bueno es experimentar? dependerá de cada quien. Si vas a utilizar alguna mezcla es preferible usarla inicialmente sobre otra superficie o en una zona poco visible para que, en caso de no funcionar, no sea muy notoria.

5. Tómate tu tiempo para limpiar. 


Hemos enfatizado en el mantenimiento y la prevención, y en este punto no es la excepción. Es preferible que dediques un espacio para limpiar adecuadamente, a cometer algún error como: usar demasiada agua, jabón o el producto que prefieras, dañar la superficie, no enjuagar y secar correctamente.

6. Ir con un experto. 


Si al final, dudas entre poder solucionar el problema o tienes temor a empeorar la vestidura, será mejor acudir con alguien especializado. Evita complicaciones y busca un servicio de limpieza que te convenza.

Vía: Auto Bild
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